jueves, 29 de octubre de 2020

¿ES LA CAZA UN DEPORTE?


¿Dónde quedan aquellos días? En los que el Hombre Prehistórico cazaba para alimentarse, donde en cada lance para conseguir comida tenía que jugarse la vida, enfrentándose a grandes Mamuts o a aquellos ciervos de inmensas cornamentas llamados (Megaloceros giganteus), todo esto provistos con una lanza con la punta de piedra. Gracias a la ingestión de proteínas animales obtenidas de la carne de estos animales, su cerebro se desarrolló, se hizo más inteligente y aprendió a domesticar esos animales que le proporcionarían alimento, sin correr el riesgo de perecer atravesados por el cuerno de un Rinoceronte Lanudo o corneado por un Bisonte. El hombre, para cazar aprendió a trabajar en equipo, pues salía a cazar en grupo; también aprendió a elaborar armas y una gran variedad de señales de la naturaleza, para facilitar el hallazgo de sus presas. Sin duda la caza se volvió imprescindible para la vida. En este período, el hombre descubre su gusto por la carne de los animales y se sientan las bases de las preferencias de la civilización futura. Pasan años, siglos, las poblaciones se establecen y dejan de ser nómadas, Estos animales, como el ganado vacuno sirvieron, además de proporcionar carne, como animales de carga, de mercancías, tiro del arado, suministro de pieles, más tarde, de leche y derivados. El estiércol acumulado en los establos, estabulados y cuadras, debió haber servido de abono para los primeros cultivos. La domesticación de animales, permitió también utilizarlos para realizar trabajos agrícolas o transportar cargas. Además, los restos de las cosechas que no eran utilizables en la alimentación humana, podían aprovecharse como alimento para el ganado.
La agricultura y la ganadería, permitieron a las poblaciones humanas conseguir una mayor certidumbre respecto a sus posibilidades de sustento, así como reducir el esfuerzo en obtenerlo, lo que posibilitó un mayor desarrollo cultural, ya que el ser humano podía entonces empezar a disponer de más tiempo para la creación intelectual. En este sentido, parece que el desarrollo de la ganadería tuvo lugar, precisamente en zonas donde, a su vez, el desarrollo cultural fue más intenso y temprano. A partir de esos lugares se difundió esta nueva relación con la naturaleza, ya sea que las sociedades convertidas en sociedades de agricultores y/o de pastores se fueron expandiendo (en gran parte gracias al potencial demográfico que su nuevo modo de producción, de alimentación y de materias primas permitía). Después el hombre empieza a tener ganas de poder sobre sus semejantes, los más fuertes o malvados someten a sus hermanos y se erigen mandatarios o gobernantes de los territorios en los que viven, adueñándose de la vida de las personas y el ecosistema que los rodea, empezándose así su degradación.


En la Edad Media había dos grupos de caza: Los Nobles y los Campesinos o plebe. Los Nobles cazaban por diversión y poseían zonas de caza privada, si te sorprendían cazando en uno de estos cotos, seguramente perderías la vida. Los campesinos, cazaban por necesidad, para alimentarse o vender la presa. En esta época también nace la caza deportiva, la práctica de la caza como entretenimiento, como deporte, es evidente que el cazador en ese menester no sólo buscaba la diversión, el placer en contacto con la naturaleza, sino también la preparación física necesaria para llevar a cabo con éxito sus compromisos guerreros. Se trataba de una cuestión de higiene corporal, pues el individuo debía estar preparado, estar en forma como se diría hoy, para desempeñar las funciones propias de su relevante posición social. Así lo demostraban realizando diversas actividades. Entre estas actividades, una de las más importantes, quizá la más importante, era la caza. Algunos investigadores escribieron que servía para llenar la mesa de los nobles, pero estudios más recientes han demostrado que no. Otros han afirmado que era importante porque preparaba a los hombres para la guerra. Posiblemente tampoco esto sea verdad: No se puede negar que los cazadores se ejercitaban, pero para ellos lo más importante era poder demostrar que estaban en disposición social y económica de cazar. 


                                  
Llegamos a nuestros días y la cosa poco ha cambiado desde la Edad Media. Los descendientes de aquellos nobles (que de nobleza tienen poco), se han convertido en grandes terratenientes que siguen practicando de forma metódica la mal llamada caza deportiva. La Real Academia de la Lengua, al deportista lo define como: La persona que por afición, o profesionalmente practica algún deporte (actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas). El deportista se prepara o participa en las competiciones o juegos con intención de ganarlos. Los clubes deportivos (entidades sin ánimo de lucro) que agrupan a los deportistas, tienen como fin exclusivo el fomento, la práctica o la participación en una o varias modalidades deportivas en el ámbito federado, realizando actividades de preparación de deportistas y organización de campeonatos con intención de obtener títulos o trofeos.                                                                                                        

De la definición anterior, se deduce que los cazadores y las Sociedades de Cazadores tienen fines, objetivos, actividades y funciones distintas a la de los deportistas y Clubes Deportivos, la caza supone en algunas ocasiones un esfuerzo físico importante, pero no toda actividad humana que conlleve actividad física es un deporte. Por contra la caza natural no es ni un juego ni una competición. ¿Toda actividad física es deporte? No. No es deporte la recolección de caracoles, setas o frutos silvestres, ni la horticultura, ni la agricultura, ni la jardinería, ni la fotografía de la naturaleza o de la fauna, ni lavar el coche, ni el bricolaje, ni las tareas domésticas, etc., aunque sean actividades que en ocasiones necesiten un notable esfuerzo físico. Una persona que corte árboles o recoja leña para su hogar o por negocio no practica un deporte. La caza únicamente se convierte en deporte cuando se practica de forma competitiva, lo cual con los actuales planteamientos y reglamentos conlleva aspectos muy discutibles, incluso en algunos casos negativos para la caza y su imagen pública como es el cazar en el menor tiempo, el mayor número posible de animales o hacerlo en espacios protegidos que es algo aberrante. Infinitamente más importante que cazar mucho, es hacerlo bien y con respeto al Medio Ambiente. ¿Quién es el mejor cazador? ¿El que más animales caza en menos tiempo? Pues no. Sino, el que tiene respeto por el medio natural y los animales cazados, el cumplimiento estricto de las normas de seguridad, el compañerismo con los demás cazadores y el respeto tanto de sus territorios de caza como de las personas que usan y disfrutan de la Naturaleza, la buena conducta con nuestros fieles ayudantes los perros, la colaboración en la gestión del medio ambiente, el cumplimiento de las normas, cupos y leyes de caza, etc. Estos valores son los que realmente tienen que ser valorados a la hora de proclamar a alguien como “Cazador”.

Esto, me hace pensar, ¿Cuántos cazadores los son realmente? Dispuestos a salir al campo, andarse las sierras hasta encontrar la presa adecuada, respetando las hembras, las épocas de veda y demás normativas. Después de conseguir la presa, volverse andando a su casa con el morral lleno de carne y no volver a salir hasta que le haga falta de nuevo. "Creo que son muy pocos los verdaderos cazadores". y muchos los que solo tienen el nombre, que pagan por ir a una finca cerrada donde los animales, muchos de ellos criados artificialmente, solo pueden dar vueltas acosados por cientos de perros, hasta que encuentran la muerte a manos de un carnicero, que lo único que busca es aumentar su "ego", asesinando animales indefensos y sin ninguna posibilidad de escapar, además de las personas que mueren o sufren accidentes durante su practica (este año a pesar del confinamiento, en los nueve primeros meses han muerto 51 personas por disparos y mas de 600 heridos), ¿Qué deporte es ir al campo harto de comida y alcohol en un todoterreno sentase en una silla con un rifle y seguir bebiendo vino, hasta que alguna presa se cruce y la mates sin el mínimo esfuerzo? No. "Ni es caza, ni es deporte". Pero a pesar de esto el 85% del territorio nacional es territorio de caza, cuando los cazadores no llegan a el 1% de la población, una gran incongruencia. 





 



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