jueves, 28 de enero de 2021

EL AÑO DE LA VACUNA


 

Acabamos de empezar una nueva década y seguimos inmersos en esta horrible pandemia, que tan duramente está golpeando, sobre todo a los más desfavorecidos. Hemos podido ver cómo el sistema capitalista  en el que vivimos hace aguas y solo funciona para unos pocos privilegiados que tienen un estatus social elevado, conseguido a base de especulación, corrupción, engaños y manipulación, de todo aquello que se ponga en su camino con el único fin de seguir manteniendo sus privilegios.

Decían que 2021 iba a ser el año de la esperanza y la solidaridad, que todos íbamos a ser mejores y que íbamos a salir reforzados de esta realidad que estamos viviendo. Todo esto dista mucho de la realidad, día a día vemos cómo vivimos en un escenario cada vez más caótico, menos solidario, totalmente falto de empatía, más corrompido e inmoral.

Las vacunas traían esperanza de que esto empezara a solucionarse, pero como siempre vemos como empiezan a salir los oportunistas para hacer negocio con la muerte de miles de personas. Vemos cómo el Gobierno de España y la Unión Europea establece unos protocolos para un reparto justo y equitativo de las vacunas, pero a la vez, vemos el vuelo de los Buitres rondando alrededor de estos protocolos de vacunación, y como buenos carroñeros que son, siempre se llevan su trozo del pastel. Vemos como en las Comunidades  Autónomas que menos vacunas han puesto, más se han saltado los protocolos de vacunación, por distintas causas y excusas varias: Podemos ver como en Andalucía sale su consejero de sanidad (ese que decía, que toda la vida habíamos comido carne mechá con listeriosis y no pasaba nada), diciendo que por un error de compra en las jeringas se está perdiendo un culillo sin importancia de cada vial, en total un 20% de las dosis recibidas, pero a la misma vez sale en la prensa que en esta comunidad, se ha vacunado contra el coronavirus, "saltándose todos los protocolos de vacunación". Al menos un centenar de trabajadores de un edificio administrativo de la Consejería de Sanidad en Granada, han recibido la primera dosis de la vacuna de Moderna. Eso, pese a que se trata de personal que no trabaja en primera línea, no ejerce ni en hospitales ni en centros de salud, trabajan en un edificio independiente que sólo atiende con cita previa. Todo ello a luz de informaciones publicadas del SAS de que se están vacunando, saltándose los protocolos, a funcionarios en Almería, o a otro centenar de funcionarios que hoy hemos conocido que se la han puesto en Granada o directivos del SAS en Andújar (Jaén). Pero no solo en Andalucía rondan la carroña los Buitres. El Fiscal Jefe de Castellón dimite ayer, dice que por motivos personales, pero todo esto ocurre después de que se haya conocido, que se ha vacunado sin tocarle y que además su mujer se ha llevado viales a casa para vacunar a toda su familia. También entre la iglesia se han vacunado algunos obispos y curas que no les tocaba y que según algunas investigaciones, estas vacunas habrían sido obtenidas fraudulentamente en alguna residencia de ancianos de los que ellos controlan, en las cuales los trabajadores aún no tendrían puesta su primera dosis. También entre la clase política hay buitres y aquí se ve que son una auténtica plaga: En la Ciudad Autónoma de Ceuta el consejero de sanidad se ha vacunado junto a sus amiguetes (dice que lo obligaron). La Comunidad Murciana se lleva la palma, con más de 600 amiguetes vacunados sin tocarles. Después están algunos casos menores de los alcalduchos esos de pueblo, que se creen los dueños del cortijo y se vacunaron los primeros, claro y a esta larga lista tenemos que sumar los militares que tienen un protocolo especial de vacunación, pero que parece que no lo han leído, porque lo han cumplido totalmente al revés, los primeros en vacunarse han sido los de alto rango del estado mayor, en vez  de vacunar a los miembros de la UME o las Misiones de Paz, que son los que están al pie del cañón. Así podríamos seguir buscando durante horas y viendo cómo crece la irresponsabilidad día a día.

 Mientras, nuestros trabajadores y sanitarios que están al pie del cañón cada día, están más agotados física y mentalmente. Cosa que parece no importarles a una minoría, pero que arrastra y pone en peligro a todos los demás. Esas clases  privilegiadas que siguen saltándose los cierres perimetrales, esparciendo el virus por toda la geografía Española, para irse a cazar un fin de semana a Castilla la Mancha o Andalucía, a esquiar a Sierra nevada o hacer fiestas privadas en discotecas y otros antros de Madrid o barcos y mansiones en Sotogrande. Estas distinguidas clases no pueden perder su estatus y siguen aprovechándose de la coyuntura actual, para seguir haciendo en estas reuniones sus sucios negocios de: Privatizaciones y especulaciones, con todo aquello que les pueda causar el más mínimo beneficio para engordar sus arcas, en detrimento de todo aquello que sea en beneficio público y escape a su control.

Pero, tal vez aún estemos a tiempo de conseguir que sea el año de la esperanza y la solidaridad, tal vez sea el momento de unirnos, reforzar nuestros vínculos y luchar activamente contra esa lacra minoritaria que nos tiene hundidos, que dejan que la gente muera en la más absoluta soledad, mientras ellos se enriquecen más y más y que son esas élites que se saltan a la torera o cambian sistemáticamente las leyes, las restricciones o las más básicas normas de convivencia, para seguir con sus privilegios. Tal vez sea el momento de alzar la voz y despojarlos de su impunidad. "TAL VEZ SEA EL MOMENTO DE DECIR BASTA YA".

viernes, 1 de enero de 2021

CRONICAS DE UN PUTO AÑO

 

Este año 2020, pasará a los análogos de la historia, para muchos como un año maldito, para otros como un año excepcional para sus negocios.

Todo empezó "dicen algunos" cuando un chino, se comió un Murciélago en un mercado de Wuhan, en el que se consumen habitualmente animales salvajes de todo tipo entre escasas medidas de higiene y lejos de algún control que haga seguro su consumo. Otros los más escépticos, dicen que es un complot de las elites mundiales para someternos a un nuevo régimen global.


No sé quién llevará razón, tal vez todos la llevan un poco. Este año en el que todo se paró, nos ha demostrado varias cosas:

*La humanidad es insignificante, la naturaleza puede acabar con nosotros en cualquier momento, un simple Virus que ni siquiera podemos ver, ha puesto en Jaque a todos los países del mundo y los que más avanzados dicen que son, más caro lo están pagando.

*Durante la pandemia se ha comprobado que aún estamos a tiempo de cambiar la gestión que estamos haciendo del planeta. Se ha visto como en los pocos meses que hemos estado confinados los niveles de contaminantes atmosféricos han disminuido considerablemente. Los animales, han tenido una abundancia de cría que hacía muchos años que no se veía, así mismo se han visto especies en sitios en los que se creía habían desaparecido, pues ante la ausencia de vehículos en las vías de comunicación que fragmentan los hábitats, los animales han recolonizado sus territorios ancestrales.


*También ha quedado claro que el modo de vida que llevamos no es el más adecuado, que todo el sistema está basado en un modelo capitalista que nos lleva a consumir en exceso, sobre todo aquello que no necesitamos y cuya producción barata y rápida priman sobre la sostenibilidad, la salud o el bienestar de las clases más bajas. Estamos esquilmando recursos para que medio mundo viva por encima de sus posibilidades, atrapados por multinacionales, bancos y financieras en un círculo de consumo en el cual solo podemos trabajar y consumir para el lucro de unos pocos. Mientras el otro medio mundo siendo los poseedores de los recursos, viven en la miseria más absoluta. Los mandatarios corruptos de estos países son súbditos de esas élites y países que manipulan a su antojo la economía mundial.


* Hemos podido observar este nefasto año, como cuando todo el mundo estaba parado, los más pudientes, aprovechaban para retirarse a sus mansiones o casas de campo sin importarles nada. Saltándose todo tipo de restricciones y normativas impuestas para toda la ciudadanía, poniendo en riesgo a la mayoría de la población, mientras todos estábamos recluidos, estos señores se dedicaban a cazar en sus fincas todo lo que se movía sin ni siquiera aprovechar la carne de los animales que mataban ante la imposibilidad de venderla, no les ha importado que fuese época de veda, a ellos les da igual mientras sacien su sed de sangre. Esto ha dejado al descubierto el lado más vil de estas personas.


*Pero además estas personas que se consideran las "élites" han aprovechado este puto año para lucrarse aún más. Se ha podido ver cómo las grandes cadenas de supermercados subían los precios a la misma vez que bajaban la calidad y el precio que pagaban a los productores. Hemos visto como especulaban con los productos sanitarios vendiéndolos a precios indecentes a pesar de que los estaban produciendo en países del tercer mundo, en los que la mano de obra es poco menos que esclava y trabajan sin ninguna medida básica seguridad, hemos podido ver como algunos de estos empresarios multimillonarios se erigían como salvadores haciendo irrisorias donaciones de material sanitario, con el único afán de desgravar impuestos. A la misma vez llenaban sus arcas ofreciendo sus productos a los gobiernos a precios desorbitados y muchos de ellos sin cumplir los requisitos que se demandaban.

NIÑA COSIENDO MASCARILLAS

* Ha quedado al descubierto en estos meses como la mayoría de grandes empresarios de este país, se aprovechan sistemáticamente de los trabajadores, haciéndolos trabajar precariamente, sin que se respeten las mínimas normas de seguridad para salvaguardar la salud o dignidad de los obreros. Esto queda constatado con las más de cuatro mil denuncias que ha realizado la inspección de trabajo en los primeros cinco meses del año. También ha quedado demostrado como estos empresarios defraudan de manera habitual al erario público, (desde marzo hay más de veinte mil empresas denunciadas por fraudes en los ERTES y contrataciones).


Este año cuando estábamos en lo más duro de la pandemia, parecía que algo estaba cambiando que había un poco de más empatía hacia los demás, la gente salía a sus balcones mostrando muestras de solidaridad con aquellos que estaban luchando día a día con el virus, enfermeros, médicos, policías, bomberos, etc. Pero la empatía duró poco, cuando nos abrieron la puerta salimos desbocados como toros de los chiqueros y en una semana estábamos cagándola de nuevo. Ya se habían olvidado los balcones, los médicos y los miles de muertos que llevamos a nuestras espaldas. Volvimos al consumismo, a las aglomeraciones, a las vacaciones y movidas multitudinarias. En fin a seguir siendo borregos pastoreados por esta sociedad, creada para dejarnos sobrevivir lo justo y abocada al fracaso.


Pero no pasa nada, la hegemonía de unos pocos está por encima de todo: De los que se han quedado por el camino, de los que han perdido su modo de vida o su trabajo, de los que se han quedado solos, de los que aun tardaran mucho tiempo en levantar cabeza y sobre todo de lo que aún está por llegar en este nuevo año

"NOS QUIEREN SIN PENSAR, SIN SENTIR, SIN LIBERTAD"