viernes, 1 de enero de 2021

CRONICAS DE UN PUTO AÑO

 

Este año 2020, pasará a los análogos de la historia, para muchos como un año maldito, para otros como un año excepcional para sus negocios.

Todo empezó "dicen algunos" cuando un chino, se comió un Murciélago en un mercado de Wuhan, en el que se consumen habitualmente animales salvajes de todo tipo entre escasas medidas de higiene y lejos de algún control que haga seguro su consumo. Otros los más escépticos, dicen que es un complot de las elites mundiales para someternos a un nuevo régimen global.


No sé quién llevará razón, tal vez todos la llevan un poco. Este año en el que todo se paró, nos ha demostrado varias cosas:

*La humanidad es insignificante, la naturaleza puede acabar con nosotros en cualquier momento, un simple Virus que ni siquiera podemos ver, ha puesto en Jaque a todos los países del mundo y los que más avanzados dicen que son, más caro lo están pagando.

*Durante la pandemia se ha comprobado que aún estamos a tiempo de cambiar la gestión que estamos haciendo del planeta. Se ha visto como en los pocos meses que hemos estado confinados los niveles de contaminantes atmosféricos han disminuido considerablemente. Los animales, han tenido una abundancia de cría que hacía muchos años que no se veía, así mismo se han visto especies en sitios en los que se creía habían desaparecido, pues ante la ausencia de vehículos en las vías de comunicación que fragmentan los hábitats, los animales han recolonizado sus territorios ancestrales.


*También ha quedado claro que el modo de vida que llevamos no es el más adecuado, que todo el sistema está basado en un modelo capitalista que nos lleva a consumir en exceso, sobre todo aquello que no necesitamos y cuya producción barata y rápida priman sobre la sostenibilidad, la salud o el bienestar de las clases más bajas. Estamos esquilmando recursos para que medio mundo viva por encima de sus posibilidades, atrapados por multinacionales, bancos y financieras en un círculo de consumo en el cual solo podemos trabajar y consumir para el lucro de unos pocos. Mientras el otro medio mundo siendo los poseedores de los recursos, viven en la miseria más absoluta. Los mandatarios corruptos de estos países son súbditos de esas élites y países que manipulan a su antojo la economía mundial.


* Hemos podido observar este nefasto año, como cuando todo el mundo estaba parado, los más pudientes, aprovechaban para retirarse a sus mansiones o casas de campo sin importarles nada. Saltándose todo tipo de restricciones y normativas impuestas para toda la ciudadanía, poniendo en riesgo a la mayoría de la población, mientras todos estábamos recluidos, estos señores se dedicaban a cazar en sus fincas todo lo que se movía sin ni siquiera aprovechar la carne de los animales que mataban ante la imposibilidad de venderla, no les ha importado que fuese época de veda, a ellos les da igual mientras sacien su sed de sangre. Esto ha dejado al descubierto el lado más vil de estas personas.


*Pero además estas personas que se consideran las "élites" han aprovechado este puto año para lucrarse aún más. Se ha podido ver cómo las grandes cadenas de supermercados subían los precios a la misma vez que bajaban la calidad y el precio que pagaban a los productores. Hemos visto como especulaban con los productos sanitarios vendiéndolos a precios indecentes a pesar de que los estaban produciendo en países del tercer mundo, en los que la mano de obra es poco menos que esclava y trabajan sin ninguna medida básica seguridad, hemos podido ver como algunos de estos empresarios multimillonarios se erigían como salvadores haciendo irrisorias donaciones de material sanitario, con el único afán de desgravar impuestos. A la misma vez llenaban sus arcas ofreciendo sus productos a los gobiernos a precios desorbitados y muchos de ellos sin cumplir los requisitos que se demandaban.

NIÑA COSIENDO MASCARILLAS

* Ha quedado al descubierto en estos meses como la mayoría de grandes empresarios de este país, se aprovechan sistemáticamente de los trabajadores, haciéndolos trabajar precariamente, sin que se respeten las mínimas normas de seguridad para salvaguardar la salud o dignidad de los obreros. Esto queda constatado con las más de cuatro mil denuncias que ha realizado la inspección de trabajo en los primeros cinco meses del año. También ha quedado demostrado como estos empresarios defraudan de manera habitual al erario público, (desde marzo hay más de veinte mil empresas denunciadas por fraudes en los ERTES y contrataciones).


Este año cuando estábamos en lo más duro de la pandemia, parecía que algo estaba cambiando que había un poco de más empatía hacia los demás, la gente salía a sus balcones mostrando muestras de solidaridad con aquellos que estaban luchando día a día con el virus, enfermeros, médicos, policías, bomberos, etc. Pero la empatía duró poco, cuando nos abrieron la puerta salimos desbocados como toros de los chiqueros y en una semana estábamos cagándola de nuevo. Ya se habían olvidado los balcones, los médicos y los miles de muertos que llevamos a nuestras espaldas. Volvimos al consumismo, a las aglomeraciones, a las vacaciones y movidas multitudinarias. En fin a seguir siendo borregos pastoreados por esta sociedad, creada para dejarnos sobrevivir lo justo y abocada al fracaso.


Pero no pasa nada, la hegemonía de unos pocos está por encima de todo: De los que se han quedado por el camino, de los que han perdido su modo de vida o su trabajo, de los que se han quedado solos, de los que aun tardaran mucho tiempo en levantar cabeza y sobre todo de lo que aún está por llegar en este nuevo año

"NOS QUIEREN SIN PENSAR, SIN SENTIR, SIN LIBERTAD"

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